Las nuevas tecnologías irrumpen en la vida de los adolescentes y traen nuevas herramientas para todos los ámbitos. En la actualidad, se observa un aumento en las redes sociales del uso de inteligencia artificial de forma terapéutica. Un especialista brindó su punto de vista sobre estas cuestiones.
En la actualidad, está creciendo una tendencia entre los jóvenes que buscan entender sus emociones y problemas. A través de charlas con diferentes bots de inteligencia artificial, los usuarios realizan sesiones de terapia como si tuvieran un especialista enfrente.
Luciano Zocola, psicólogo clínico y educacional (MN 1515), dialogó con Viví Mejor sobre este fenómeno, a través de lo que observa en el consultorio y brindó su punto de vista sobre el uso de estas nuevas tecnologías.
«En el espacio terapéutico veo que muchos jóvenes y adultos utilizan estos recursos, principalmente personas entre los 25 y 50 años», comentó el especialista y agregó que el uso de la inteligencia artificial se ve de forma cada vez más recurrente en terapia.
«Generalmente, lo utilizan para solicitar información sobre ellos mismos, para reflexionar sobre temas que les importan, para tomar decisiones y analizar conversaciones que tienen con sus vínculos afectivos», explicó.
Zocola afirmó que no se puede considerar este tipo de interacción como una terapia en sí misma, ya que ésta «tiene varios requisitos para ser considerada como tal y evidentemente no se cumple con nada de eso. Sin embargo, sí lo puedo considerar como un nuevo recurso para pensar».
Además, aseguró que en la actualidad, los jóvenes y algunos adultos utilizan la inteligencia artificial como en el pasado se usaba el diario intimo, «donde escribíamos lo que nos afectaba, lo que nos pasaba o esas poemas y cartas que hacíamos».
Sin embargo, el especialista consideró que para algunas personas, el uso de estas herramientas puede ser muy favorable, mientras que para otras no: «Algunos realmente procuran reflexionar y analizar; y otros, por el contrario, esperan es que le den soluciones sin tener que pensar».
«Por eso, depende de cómo cada uno se vincule con este recurso y las características que presenten. A partir de esto se puede promover o no la reflexión, la conexión con sus emociones y demás», señaló.
«Nada reemplaza lo que existe en psicoterapia. Pero estos pueden ser recursos que se complementen para trabajar. Ya estamos viendo que en distintos ámbitos de la psicología se empezaron a utilizar estas herramientas, como en la psicología del deporte, la educacional o de empresas», comentó Zocola.
«Si el profesional sabe cómo utilizar esta herramienta, los recursos son muy buenos», aseguró.
Riesgos
«Los riesgos que puedo evidenciar es que a veces los pacientes, cuando hacen un análisis sobre sus estados emocionales y las situaciones que vivencian, lo hacen con un sesgo. En los chatbots solo se da respuesta a lo que ellos preguntan», explicó Zocola.
Agregó: «Entonces, el análisis no es completo y no da la profundidad necesaria para poder analizarlo completamente. Por eso es que en terapia podemos profundizar o alertar sobre ciertas reflexiones que hacen junto a los chatbots».
«Hoy vemos, por ejemplo, que se empezaron a identificar lo que se llaman las alucinaciones en la inteligencia artificial, donde se dan informaciones que son erróneas o que pueden generar daños a las personas y discriminación hacia otros grupos o comunidades», sostuvo.
Estas cuestiones pueden impactar de forma negativa en las emociones y conductas de personas que ya puedan tener algún tipo de patología.
Por esto, es que nada sustituye a los espacios terapéuticos tradicionales, «el contacto entre humanos donde hay un vínculo, una alianza donde se comparte, acompaña, contiene, reflexiona, analiza, e interpreta, jamás puede ser sustituido por la inteligencia artificial».
Sin embargo, Zocola expresó que es importante reconocer el aporte que pueden brindar estas herramientas, como ayudar a los psicólogos a expandir la forma en que llevan adelante la psicoterapia y tener mejores resultados.
Formación en especialistas
-¿Cree que los psicólogos deberían formarse en el uso y comprensión de estas tecnologías?
-Sin duda. No creo que deba ser una cuestión de interés o deseo, sino que es un deber formarnos y comprender sobre estos nuevos fenómenos tecnológicos, porque son parte de la realidad y es lo que nos toca vivir. No podemos ignorarla.
Después, cada profesional puede elegir cómo involucrarse con esta tecnología y decidir si lo quiere llevar a su trabajo cotidiano o no, ya sea con la inteligencia inteligencia artificial o con los otros fenómenos tecnológicos, como el uso de redes, la pornografía, el juego online y todos estos fenómenos nuevos que están sucediendo.
Es un deber estar informado sobre estas cuestiones, porque cada vez es más frecuente en el consultorio.
-¿Cómo podría la psicología aprovechar la inteligencia artificial sin caer en la deshumanización del acompañamiento terapéutico?
-En el ámbito de la psicología clínica, todo lo que se hace es humano: establecer un vínculo, acompañar, contener, escuchar activamente, interpretar, ayudar a pensar, descubrir, psicoeducar, alentar. Todo esto no puede ser reemplazado.
Pero debemos incorporar esta tecnología en primera instancia, porque ya es parte de nuestra realidad y no podemos hacer caso omiso a las cuestiones que suceden. También a utilizarlo a favor para ciertos recursos técnicos, como puede ser la adquisición de información para realizar evaluaciones diagnósticas o para los autorregistros de los pacientes.
Fuente: Agustina Labath / ellitoral.com